
ESTATUA DE LUIS DAOIZ EN SEVILLA
D. Luis Daoiz y Torres
Lugar y fecha de nacimiento: Sevilla 10 de febrero de 1767.
Lugar y fecha de fallecimiento: Madrid 2 de mayo de 1808, defendiendo el acuartelamiento de Monteleón.
Lugar de enterramiento: Plaza de Lealtad.
D. Luis Daoiz y Torres, nació en Sevilla el 10 de febrero de 1767.
Aunque su familia era de origen francés, estaban asentados en España desde hacía mucho tiempo. Su familia estuvo muy vinculada a los ejércitos españoles. Su padre Martín Daoiz, fue militar de las milicias navarras y desde tiempos de la Reconquista, su antepasado Berenguer Daoiz, participó en la Batalla de la Navas de Tolosa en el 1212.
Estudió en el colegio sevillano de San Hermenegildo. Hablaba y leía varias lenguas, entre ellas francés, italiano, inglés y latín.
En 1782, ingresa como cadete (18 promoción) en el Real Colegio de Artillería de Segovia, destaca como experto esgrimista con el sable y la espada.

ALCAZAR DE SEGOVIA

ACTA DE GRADUACION DE LUIS DAOIZ
En 1787 como subteniente de artillería, es destinado al destacamento del Segundo Batallón del Regimiento Real de Artillería, en el Puerto de Santa María.
En 1790 dirigirá una batería durante la defensa de Ceuta, siendo su bautismo de fuego.
En 1791, se encuentra en Orán, donde solicita la agregación a la Compañía de Minadores, sin desatender la batería que tenía a su cargo. Se distingue de forma brillante que el 5 de octubre de 1791 se le concede como premio el grado de teniente de infantería.
En 1789, el pueblo francés, se había sublevado contra su rey, Luis XVI, llega la Revolución Francesa. Carlos IV, de la familia de los Borbones, decide entrar en guerra contra los responsables de la República Francesa, para ayudar a los Borbones, la Batalla del Rosellón.
En 1792 es ascendido a teniente y destinado al ejército de Cataluña, con el que toma parte en la batalla del Rosellón contra Francia.
El 25 de noviembre de 1794 Luis Daoiz, es capturado por los franceses y conducido como prisionero a Toulouse, donde estuvo 9 meses cautivo. Los franceses intentarán que Daoiz, por su pasado francés, pase a servir a las tropas de la República Francesa, pero Daoiz, rechaza tal ofrecimiento.
Tras la firma del tratado de la Paz de Basilea en 1795 (pondría fin a la Guerra de los Pirineos o Guerra de la Convención) es liberado y regresa a El Puerto de Santa María, para formar parte de la armada española. Ante la escasez de mandos, Daoiz junto con otros mandos del ejército, son designados para completar la dotación de los navíos, reforzando a la oficialidad de la armada.
En 1797 es destinado a la Escuadra del Océano, bajo el mando del comandante José de Mazarredo, el cuál le encomendará el mando de la tartana cañonera número cinco de la División de la Caleta –un buque pequeño con las piezas de a 24 libras- con la que combate en la defensa del bloqueo de Cádiz. En este caso, defenderá Cádiz, junto a sus aliados los franceses que más tarde volverán a ser sus enemigos. Será ascendido a oficial de artillero de buque de línea por sus excelentes servicios, incorporándose, en octubre de 1798, al navío San Ildefonso. A bordo de éste efectuó dos viajes a América, formando parte de la flotilla de escolta en la ruta de los galeones entre Cádiz y el Caribe.
En marzo de 1800, fue ascendido a capitán.
En el tiempo que estuvo en la armada había conseguido forjarse el respeto y el afecto de compañeros y superiores, algunos de ellos Federico Gravina, Antonio de Escaño o Dionisio Alcalá Galiano, pero deseaba cambiar y pidió traslado al ejército de tierra.
El 1 de julio de 1802, se incorpora como capitán primero, al Tercer Regimiento de Artillería de Sevilla.
En 1803 fue destinado a la Real Fundición de Bronces, para la fundición experimental de 2 piezas de a 8 según el proyecto del brigadier Vicente María de Maturana. Esto supuso un avance de la artillería más ligera.
En 1807 se desplaza junto a su compañía a Madrid y solicita ser destinado al destacamento que presta servicio en el recién creado Parque de Artillería. El parque de Artillería se encontraba en el palacio del Duque de Monteleón.
Godoy firmó el tratado de Fontainebleau en 1807, en el que se acuerda el paso de las tropas francesas por España para llegar a Portugal. Comienzan a llegar regimientos de soldados franceses y el ejército español colabora. Daoiz, en principio, no ve mal la instalación de las tropas francesas en España.
Sin embargo Daoiz, comienza a darse cuenta que Napoleón ayudó a Fernando VII, hijo de Carlos IV, a conspirar contra su padre. Comienza a verlos como un peligro y sospecha seriamente que la ocupación de España, por parte de las tropas francesas, no es pacífica. Daoíz y Velarde, junto con Antonio Almira (oficial del Cuerpo de Artillería), mantendrían intensas reuniones en la casa de su compañero Francisco Novella, con el fin de llevar a cabo un plan para derrotar a los franceses. Estas reuniones serán conocidas como “la confabulación de los artilleros”. Velarde, debido a su principio de lealtad hizo partícipe del plan a Gonzalo O´Farrill Ministro de la Guerra, que posteriormente colaboraría con el gobierno de José Bonaparte, y éste se encargó de desbaratar todo el plan.
En ese mismo instante, cuando Velarde narró sus planes a O´Farrill, Daoiz dijo una frase premonitoria: “Todo está perdido, pero tú y yo sacrificaremos la vida por España”
El ejército francés, formado en gran parte por mercenarios “mamelucos” asaltaron al pueblo desarmado con gran violencia. Esto generó rechazo en algunos mandos de las tropas francesas, casi siempre habían luchado con otros ejércitos, pero nunca sobre una población desarmada.
Pero Murat, al mando, quería dar una lección ejemplar al pueblo para que imperara el terror y así dejo que los cuerpos de los muertos estuvieran días en las calles.
LA DEFENSA DEL CUARTEL DE MONTELEON

PUERTA CUARTEL DE MONTELEON
Amanecía el 2 de mayo, con el desasosiego del pueblo por la partida hacia Francia de su rey Carlos IV y el anuncio de la partida del infante Antonio Pascual de Borbón, hermano pequeño de Carlos IV.
El pueblo se concentró frente al Palacio Real para impedir que el ejército francés se llevara a los infantes.
Sin embargo, la noticia se extendió rápidamente, y la gente de Madrid, se echó a las calles tratando de impedir que el ejercito francés se llevara a los infantes.
En el cuartel de Monteleón se encontraban las armas requisadas y se había ordenado custodiarlas para que no pudieran cogerlas los madrileños. Se estima que podría haber, unos 10.000 fusiles y 26 piezas de artillería.
Daoiz y Velarde, ante la situación de abandono del pueblo, y viendo el duro castigo al que estaba siendo sometido el pueblo por parte del ejercito francés; decidieron luchar junto al pueblo. Desarmaron a los 80 franceses que se encontraban en el cuartel de Monteleón y abrieron las puertas al pueblo para que pudieran coger las armas y defenderse contra los franceses.
Sabiendo de su inferioridad numérica, puesto que eran unos 20 soldados y unos 100 paisanos, decidieron presentar batalla al temible ejército francés formado por más de 2.000 hombres.
Daoiz junto a Velarde y al teniente Ruíz, se pusieron al frente de la batalla y resistieron por dos veces consecutivas las embestidas de las tropas francesas comandadas por Lefranc.
En la tercera, Daoiz fue herido en una pierna. Manteniéndose apoyado en un cañón, se defendía con su espada que llegó a tocar al mismo Lefranc.
Daoiz, vuelve a ser herido de frente con una bayoneta y esto le produce una gran hemorragia, como más tarde se sabrá al recuperar la casaca con la que fue amortajado. Dicha casaca, se encuentra expuesta en el museo del ejército de Toledo.

CASACA LUIS DAOIZ MUSEO DEL EJERCITO TOLEDO

MONUMENTO A LUIS DAOIZ EN EL ALCAZAR DE SEGOVIA
Daoiz, herido gravemente fue llevado a su casa, en la calle de la Ternera, donde fallecería al poco tiempo.
Velarde, murió en el acto, una bala le atravesó el pecho.
Ambos fueron enterrados rápidamente en el convento de San Martín, para evitar la profanación de los cadáveres por parte de los franceses, cosa habitual (ver profanación de la tumba del Cid).
Sin embargo el 2 de mayo de 1814, los restos de ambos héroes, fueron exhumados y trasladados hasta la iglesia de San Isidro. Se preparó un cortejo fúnebre de Estado en honor de ambos (Velarde y Daoiz) que recorrió las calles de Madrid. Tan alto honor, sólo se daba a los reyes, pero en este caso el pueblo de Madrid, quiso rendir un tributo a estos grandes héroes. Se puede ver en el cuadro que se expone en el museo de Madrid.
Posteriormente el 2 de mayo de 1840, una vez construido el obelisco de la Lealtad (sito en la Plaza de la Lealtad), se trasladaron las cenizas de los capitanes de Artillería Pedro Velarde y Luis Daoíz.
El 2 de mayo de 1808, supuso el detonante del inicio de la Guerra de la Independencia que tras 6 años de lucha contra el ejercito más poderoso del mundo, supuso la libertad para el pueblo español.
ADENDA
Hubo otros muchos héroes populares, como Manuela Malasaña, Clara del Rey, etc… pero por desgracia también hubo traidores, como Juan Kindelán que se pasó al bando francés, luchando contra las tropas españolas.

MONUMENTO PLAZA DE LA LEALTAD
GLORIA Y PAZ PARA NUESTROS HEROES DEL DOS DE MAYO