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ESTATUA DE BLAS DE LEZO, PLAZA DE COLON.

 

D. Blas de Lezo y Olavarrieta


Lugar y fecha de nacimiento:                Pasajes (Guipúzcoa)  3 de febrero de 1689.

Lugar y fecha de fallecimiento:           Cartagena de Indias (Colombia)  7 de septiembre de 1741

Lugar de enterramiento:                          En algún lugar de Cartagena de Indias.        


 

Blas de Lezo y Olavarrieta, nació en Pasajes (Guipúzcoa) a principios de febrero de 1689. A edad temprana, el mar, despertará en él una pasión que a la postre marcará toda su vida.

Su primer contacto con el mundo militar, tuvo lugar muy joven a la edad de 9 años, y vendría de la mano de Juan Echebeste amigo personal de la familia y responsable de la fortaleza Santa Isabel, situada en la dársena de  San Juan.

Allí aprendió como se organizaba la fortaleza, la disciplina de la tropa, la organización de los cañones para impedir la entrada de barcos enemigos, así como el cerramiento de la dársena, extendiendo una gran cadena.

Todas estas enseñanzas le serían muy útiles en la gran batalla final (Defensa de Cartagena de Indias), librada contra los ingleses dirigidos por Edward Vernon.

También influirá en él, su abuelo D. Pedro de Lezo, quién en 1657 había combatido contra piratas y corsarios enemigos de la Corona de España.

Blas de Lezo estudió hasta 1702 en un colegio francés. Allí aprendió matemáticas, física, ciencias, filosofía, geografía y especialmente francés, lengua muy apreciada en la época.

Posteriormente, ingresó en la Escuela Naval Militar de Tolón (Francia), donde se formó en Astronomía, Navegación y otras disciplinas científicas y militares, como el manejo de las armas, etc…

En 1704, con tan sólo 15 años ya era guardamarina y pasa a formar parte de la escuadra del conde de Toulouse, sirviendo en el buque insignia Le Foudroyant.

En 1700 muere el rey de España Carlos II sin descendencia directa. Carlos II había designado como sucesor a su sobrino-nieto Felipe de Anjou (Duque de Anjou) que era nieto de de Luis XIV de Francia, que sería el primer monarca de la dinastía Borbón; pero Inglaterra y Holanda se oponían y pretendían imponer al Archiduque Carlos de Austria, como rey de España; querían evitar una unión de la corona española con la francesa. Comenzaba la Guerra de Sucesión (1701 -1714).

En 1704, tuvo lugar la batalla de Vélez–Málaga (dentro de la Guerra de Sucesión). Fue la primera batalla en la que participó Blas de Lezo. La batalla tuvo lugar, frente a la costa malagueña, entre la flota franco-española del conde de Toulouse (Blas de Lezo, formaba parte de ésta) y la flota anglo-holandesa. Acabó con la victoria franco-española, pero los aliados anglo-holandeses lograron mantener el dominio sobre Gibraltar (Cádiz). 

Durante la batalla, una bala de cañón secciona por debajo de la rodilla, la pierna izquierda de Blas de Lezo. Por su arrojo y valentía fue ascendido a alférez de navío.

En 1705, las tropas inglesas y holandesas, entran en Barcelona y ésta cambia de bando, pasando a apoyar al Archiduque Carlos, olvidando así el juramento de fidelidad que había hecho años antes, a Felipe V.

Blas de Lezo se vuelve a reincorporar a la marina y en 1705, le ordenan que rompa el bloqueo de los barcos ingleses y abastezca de víveres a los defensores españoles de Barcelona.

En 1707 volverá a Tolón, en esta ocasión para defender la plaza frente al asedio de los austriacos. Durante la batalla una esquirla le hace perder la visión de su ojo izquierdo.

En 1712, Blas de Lezo, es ascendido a capitán de navío y puesto al mando del buque Nuestra Señora de Begoña.

Las cortes catalanas en 1705, encabezadas por nobles catalanes, firmaron el pacto de Génova rompiendo su juramento de fidelidad a Felipe V (heredero legítimo y designado por Carlos II) y se aliaron con los partidarios (Inglaterra y Holanda) del Archiduque Carlos de Austria.

En 1714, la flota española que era fiel a Felipe V, sitia la ciudad de Barcelona, defendida por los partidarios del Archiduque Carlos de Austria. La toma de Barcelona, supondrá casi el final de la Guerra de Sucesión. Durante este asedio, Blas de Lezo, recibe un disparo de mosquete en el antebrazo derecho, dejándolo manco.

A sus 25 años, había perdido su pierna izquierda, la visión de su ojo izquierdo y se había quedado manco. Sin embargo, Blas de Lezo, no podía pensar en su retiro, el destino le depararía otros grandes servicios prestados a España.

En 1715, comanda una escuadra que reconquista Mallorca.

En 1716, toma el mando del navío Nuestra Señora del Pilar, poniendo rumbo al puerto de El Callao, donde fue recibido por el virrey del Perú (Fray Diego Morcillo Rubio de Auñón), con quien entabló una gran amistad. El asedio de los ingleses en toda la zona, era insostenible. Había muchos barcos piratas y corsarios ingleses, que atacaban a los barcos españoles. Allí fue y con su pequeña escuadra comenzó a presentar batalla a los ingleses.

Más tarde, se casaría con Doña Josefa Pacheco de Bustos, joven de la nobleza limeña y regresó a la península donde fue recibido por Felipe V.

A la marcha de Fray Diego Morcillo Rubio de Auñón, accedió al cargo de virrey del Perú, Don José de Armendáriz. José de Armendáriz consideraba un gasto innecesario mantener la flota en el Pacífico. Blas de Lezo, consideraba esta decisión un grave error, como se demostraría más adelante, y muy a su pesar comenzaron a desarmar la flota.

Armendáriz, no quiso tener a Blas de Lezo junto a él y comenzó a apartarlo de las tareas encomendadas hasta el momento. Apartado de la marina, casi arruinado, porque Armendáriz no quiso pagarles sus salarios atrasados; Blas de Lezo, tras 25 años de gloriosos servicios, se llegó a plantear dejar la marina español; pero José Patiño, Secretario de Marina, sabía que no podía prescindir de este gran marino.

José Patiño, lo llamo para que regresase a España y le encomienda una nueva misión que sea el jefe de la Escuadra del Mediterráneo, cargo que ejercerá desde 1730 hasta 1737.

Felipe V le pidió que partiera al puerto de Livorno (Italia), para que ayudase a entronizar a su hijo Carlos en el ducado de Parma.

Se le ordenará, también, que dirija a su flota hacía Génova, puesto que no pagaban los tributos al rey de España.

En 1732, partirá a Orán (Argelia), junto a José Carrillo de Albornoz, para recuperar la posesión perdida durante la Guerra de Sucesión. Blas de Lezo, irá en la vanguardia y romperá las líneas enemigas.

A su vuelta, el Primer Ministro D. José Patiño, le hará saber que por todos los servicios prestados, se le nombra teniente general de la armada española.

Tras todo lo contado, nuestro gran Teniente General D. Blas de Lezo, prestaría el más importante servicio al Reino de España y a su amada Nación. Será el protagonista de una de las gestas militares más importantes ocurridas hasta la fecha, y quizás de todos los tiempos.

LA DEFENSA DE CARTAGENA DE INDIAS

MAPA DE CARTAGENA DE INDIAS DEL ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (SEVILLA)

Año 1737, los ingleses, seguían tratando de menoscabar las posesiones españolas en América y habían puesto su objetivo en Cartagena de Indias (Colombia).

Felipe V solicitará de nuevo sus servicios, en este caso, el rumbo era Cartagena de Indias (Colombia).

Año 1741, el almirante Edward Vernon pretendía tomar Cartagena de Indias, apoderándose así de un punto estratégico de Sudamérica.

La superioridad numérica inglesa era abrumadora, contaban con 186 navíos y 27.000 hombres, frente a los 6 navíos y 3.000 hombres, con los que contaba Blas de Lezo.

Tal era la confianza que tenía Edward Vernon en conseguir conquistar Cartagena de Indias fácilmente, que se hicieron unas monedas conmemorativas.

MONEDAS CONMEMORATIVAS DE LA TOMA DE CARTAGENA DE INDIAS POR PARTE DE EDWARD VERNON

El asedio comenzó el 13 de marzo de 1741 y finalizó el 20 de mayo de 1741 con la derrota de los ingleses.

La defensa de la plaza la asumió en persona el virrey Sebastián Eslava. Cada decisión que tomaba, ponía seriamente en peligro la defensa de Cartagena de Indias. Siempre se oponía a las decisiones que tomaba Blas de Lezo, creciendo de esta manera cada vez más su animadversión hacia nuestro marino. Ante esta situación, Blas de Lezo, le planteó que le relevara de su puesto de mando.

La soberbia y la egolatría del virrey, le impedía ver que las decisiones que tomaba Blas de Lezo eran las correctas. Cuando entendió que Blas de Lezo, era necesario, le restituyó en su puesto y comenzó a aceptar sus decisiones, esto dio un cambio radical a la batalla.

Gracias a una gran estrategia y a los conocimientos sobre fortificaciones que tenía Blas de Lezo, lograron resistir en una clara inferioridad numérica. Blas de Lezo, se centró en reforzar el castillo de San Felipe situado en Bocagrande, mientras que en Bocachica reforzó el castillo de san Luis y el Fuerte de San José. Ambos puntos eran claves para impedir, en la medida de lo posible, la entrada de los barcos británicos.Pero los ingleses rompieron aquella primera barrera de defensa y entraron en la bahía.

Blas de Lezo sabía que si el Castillo de San Felipe en Bocagrande, caía en manos inglesas, sería muy difícil, por no decir imposible, evitar que Cartagena de Indias cayera en manos inglesas.

Centró todos sus esfuerzos y escasos recursos, en defender la plaza, y finalmente tras una resistencia numantina, logró su objetivo.

Edward Vernon, tras realizar durísimos ataques contra las posiciones españoles durante dos largos meses no logrando avanzar en su objetivo y ante el gran número de bajas en las tropas inglesas (algunas fuentes las cifran en unos 9.000 hombres) decidieron retirarse, dando por perdida la batalla.

Tal fue la derrota y humillación inglesa que el rey Jorge II, prohibió que se hiciera mención alguna.

MAQUETA DEL ASALTO AL CASTILLO DE SAN FELIPE, EN CARTAGENA DE INDIAS

Blas de Lezo y sus hombres, consiguieron una gran victoria y asestaron un duro golpe a los británicos, los cuáles desistieron de sus planes de conquistar Cartagena de Indias y por ende Sudamérica.

Sin embargo el virrey Sebastián de Eslava, lejos de agradecer y honrar la gran gesta realizada por Blas de Lezo y sus hombres, envió varias cartas a España, en las que mintiendo sobre los hechos ocurridos y llegando hasta atribuirse como propios hechos que había realizado Blas de Lezo, solicitaba que se le relevara de todos sus cargos y se les desposeyera de todos sus títulos. 

Las mentiras de Eslava llegaron a la corte de Felipe V y el mismo monarca Felipe V, firmó la Real Orden en la que se le destituía a Blas de Lezo y envió a un emisario a Cartagena de Indias para comunicárselo personalmente.

Blas de Lezo, no llegó a enterarse de esta grave traición promovida por Sebastián Eslava, puesto que había sido herido tras la batalla y moriría antes de que llegara el emisario real. Murió sin ser reconocido como el gran Almirante, el Almirante que lo dio todo por España.

Tal era la manía enfermiza de Sebastián Eslava hacía Blas de Lezo, que fue enterrado en la más estricta intimidad y no se conoce la ubicación exacta de su tumba. 

Sin embargo unos años más tarde y gracias a D. Sebastián de la Cuadra y Llarena, Secretario de Estado y Marqués de Villaría, se hizo justicia, pues él contaría a Carlos III toda la verdad de lo ocurrido en la defensa de Cartagena de Indias y éste reconocería la gran victoria conseguida por D. Blas de Lezo, el Almirante Invicto.

ADENDA

Edward Vernon, a pesar de la gran derrota sufrida, a pesar del martirio al que sometió a su propia tropa (ver Las aventuras de Roderick Random, de Tobías Smollet, marino que participó en el asedio de Cartagena de Indias y donde narra la incompetencia de los mandos ingleses), sus restos descansan en el lugar de Inglaterra donde se entierra a los héroes e ilustres ingleses, en la abadía de Westminster. 

Blas de Lezo, tras los múltiples servicios rendidos a su amada Nación, las grandes victorias conseguidas ante los enemigos de nuestra Nación, fue difamado por el mentiroso Sebastián Eslava y a día de hoy no sabemos donde están sus restos mortales, que deberían estar, en un lugar destinado para nuestros ilustres y héroes nacionales.  

 

GLORIA PARA NUESTRO ALMIRANTE BLAS DE LEZO Y OLAVARRIETA

Frases celebres:

Diles a mis hijos que mori como un buen vasco, amando y defendiendo la integridad de España y del imperio. Gracias por todo lo que me has dado mujer ¡fuego!¡fuego!¡fuego!

Una nación no se pierde porque unos quieran atacarla, sino porque quienes la aman no la defiendan.

Para venir a Cartagena de indias, es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta solo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que NO pueden conseguir.